miércoles, 9 de junio de 2010

Evocan en Puebla la vida y obra de Héctor Azar, a 10 años de su muerte

La ceremonia rubricó los festejos por el vigésimo aniversario de La Jornada de Oriente
Evocan en Puebla la vida y obra de Héctor Azar, a 10 años de su muerte
Paula Carrizosa
 
La Jornada de Oriente
Periódico La Jornada
Jueves 10 de junio de 2010, p. 4
Puebla, Pue., 9 de junio.

Vivencias y convivencias, genialidades y malhumores y, sobre todo, la obra de Héctor Azar fueron revividas el pasado fin de semana por amigos y familiares del dramaturgo fallecido hace 10 años, quienes recordaron el paso de uno de los hombres claves en el campo de la dramaturgia nacional.

Una tarde con Héctor Azar fue la última actividad que realizó La Jornada de Oriente como parte de los festejos por su vigésimo aniversario.

Participaron el director de la publicación, Aurelio Fernández, acompañado por Eduardo Merlo, arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia; Horacio Reiba, colaborador del periódico; Alfonso Atala, sobrino de Héctor Azar, y Mayte Colchero, académica, quien leyó la semblanza que fue pronunciada el 11 de diciembre de 1991, cuando la Universidad Autónoma de Puebla invistió al dramaturgo con el doctorado honoris causa.

Azar fue un amigo, un profesional y ante todo un hombre generoso, recordó Colchero. Dijo además que se destacó como docente, promotor cultural, académico, escritor, ensayista y columnista en revistas y periódicos.

Sobre su dramaturgia, refirió que Azar revitalizó el arte escénico al captar la atención general mediante temáticas populares, las cuales traducía en discursos cultos. Su obra, continuó Colchero, abarcó el teatro clásico y el moderno.

Le gustaba ser barroco

Situados en el escenario del Teatro Universitario Ignacio Ibarra Mazari, los participantes evocaron durante la plática Amigos y discípulos de Azar, acontecimientos que vivieron junto al dramaturgo .

Alfonso Atala, por ejemplo, recordó que la obra del dramaturgo no sólo puede verse en las decenas de textos que escribió, sino también en la vida institucional de Puebla.

Rememoró que Azar instituyó el Festival Palafoxiano, con el cual enseñó el concepto de cultura. Él impulsó la primera ley de gestión de la cultura a escala nacional, además de que atrajo el turismo hacia el estado.
Héctor Azar ocupaba todo el espacio disponible, por eso le gustaba ser barroco, definió Aurelio Fernández durante su participación. Recordó que el dramaturgo era un excelente amigo que sacaba la cultura por los poros.

Héctor edificaba amistades; si se lo proponía, dejaba su marca de fuego en todos. Por eso esta tarde estamos aquí, él lo hizo de nuevo: logró reunirnos.

Fernández recordó la ocasión en que Azar, como titular de la Secretaría de Cultura de Puebla, invitó a María Félix a visitar la ciudad.

El descabellado ofrecimiento que le hizo a la Doña fue uno de los peores errores, señaló con una amplia sonrisa.

Eduardo Merlo, quien en esa época fue parte del séquito de jóvenes que, además de ser sus amigos, compartían con Azar la gestión cultural, rememoró que fue él quien salvó la estancia de María Félix, luego del mal sabor de boca que había dejado la primera noche.

La cena en que se conocieron resultó una verdadera derrota para Héctor Azar: ella le negaba todo, no le correspondía, a sus preguntas las contestaba bruscamente, enfatizó Merlo.

Además de aquel acto, recordó que Héctor Azar fue un maestro del teatro que era capaz de enseñarlo mediante su plática y la imaginación. Él era el teatro: iba siempre actuando y creando.

Mientras, como titular de la Secretaría de Cultura, expresó Merlo, Héctor Azar fue un funcionario que supo llevar la cultura hasta el último rincón del estado, y durante su gestión rescató la Biblioteca Palafoxiana y creó la sala de exposición de ese recinto.

Para cerrar, integrantes del Centro de Arte Dramático AC y Carlos Azar, hijo del dramaturgo, ofrecieron la puesta en escena de La incontenible vida del respetable Sr. Taca Brown, la cual forma parte de la obra Los diálogos de la clase medium, que incluye En permanente estado de trance y de transa y La causa de la causa: Adán retorna y que, en conjunto, es considerada uno de los textos más divertidos y vigentes del dramaturgo Héctor Azar.

lunes, 7 de junio de 2010

Es necesario revalorar la trayectoria institucional de Héctor Azar, dice su hijo

Por Paula Carrizosa


“Más que en su humor, hay que detener la mirada sobre la trayectoria institucional de Héctor Azar, y sobre todo, sobre su profunda y extensa obra” destacó el también dramaturgo Carlos Azar Manzur al finalizar el homenaje que La Jornada de Oriente ofreció a la memoria de su padre, a 10 años de su muerte.

Luego de la puesta en escena La incontenible vida del respetable Ta Kah Brown, que estuvo protagonizada por los experimentados actores Gutberto Pérez Gallardo y Consuelo Rodríguez, además de los alumnos del Centro de Arte Dramático AC (CADAC), que fue fundado por el propio dramaturgo, Azar Manzur platicó con este medio acerca de las acciones que planea para rescatar y divulgar la obra de su padre.

Precisó que a 10 años de su fallecimiento –ocurrido el 11 de mayo de 2000–, es necesario que la memoria de Azar vaya más allá de su humor y esté basada en las obras y los hechos que dejó a su paso en instituciones como la Secretaría de Cultura en Puebla, en su trayectoria académica y sobre todo, en la obra vasta y prolífica que dejó.

Para Carlos Azar, quien fuera denominado por Aurelio Fernández, director de esta casa editorial, como el “verdadero heredero de la pasión y la obra de Azar”, es necesario que la ausencia de su padre sea sustituida con la dramaturgia.

Por ello, adelantó que en próximas fechas pondrá en línea un sitio electrónico –quizá un blog– que reúna tanto los textos publicados como los escritos inéditos o los que han hecho otros escritores y que son resultado de tesis o de lecturas críticas y académicas.

“Buscando en el internet, me di cuenta que la obra de mi padre es analizada y consultada por especialistas de Estados Unidos y de otros países”, estableció, y añadió que dado que muchos de esos textos están en inglés, los traducirá y los albergará en el sitio web, para la divulgación y sobre todo, la consulta gratuita.

Y dado que no existen reediciones de los textos, más que la compilación que hiciera hace años el Fondo de Cultura Económica, Azar Manzur prevé que en la página electrónica también pondrá en línea las obras para que quien lo deseé, las descargue sin costo alguno.

Además, espera que la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, alma máter del ensayista, conceda la apertura de la “Cátedra Héctor Azar”, la cual permitirá, por medio de especialistas, que las nuevas generaciones se acerquen a la teoría dramática que propuso el poblano, y en la que enfocó gran parte de su vida.

“Se debe voltear hacia la dramaturgia de Azar”, insistió el actual director del CADAC, pues consideró que los textos son actuales y reflejan situaciones de la vida cotidiana, y aunque fueron escritos hace más de 50 años, ejemplifican los vaivenes de un país que no ha cambiado mucho.

“Él entendió muchas cosas que explotó y sobre las que ensayó, logrando verdaderas obras de arte”, expresó emocionado.

A las autoridades, Carlos Azar les pidió que “ante su negativa en apoyar las acciones culturales como lo hacía su padre”, lo que les queda es no estorbar y dejar que sean los amigos y las instituciones, las que devuelvan y le den el lugar que se merece.

“Los funcionarios públicos deben recordar que las personas pasan y las instituciones se quedan”, enfatizó.

Por último, llamó a la nostalgia, y dijo que Azar “no se ha ido: está recorriendo las callejuelas de Atlixco, o está parado en alguna esquina de Puebla, porque hombres como él hacen que el mundo sea mejor a través de sus acciones y su legado”.
Fuente: La Jornada de Oriente / Cultura / México / / http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2010/06/07/puebla/cul219.php
Lunes, 07 de junio de 2010


http://www.fondodeculturaeconomica.com/prensaImprimir.asp?art=35105